
El papa Francisco saluda el 13 de marzo de 2013, día de su elección.
Francisco: “Las neurosis son compañeras de toda la vida”
El martes, un canal de televisión porteño difundió imágenes inéditas de una entrevista realizada en 2019 al papa Francisco en la que reveló que consultó a una psiquiatra durante la última dictadura argentina (1976-1983) y también se explayó sobre su salud mental.
La entrevista fue realizada por el periodista Nelson Castro, autor del libro “La salud de los papas”.
Publicado en 2021, este libro incluye un capítulo sobre Francisco, que contiene datos que el propio pontífice le relató en aquella entrevista.
Según se informó, en su momento el Papa le pidió a Castro no difundir las imágenes del reportaje hasta después de su muerte.
En el diálogo con el periodista, Jorge Mario Bergoglio contó que nunca hizo psicoanálisis pero que sí consultó durante unos meses a una psiquiatra durante el último régimen militar argentino, cuando él se desempeñaba como superior de la Compañía de Jesús en nuestro país.
“Eran tiempos difíciles porque estaba la dictadura, el problema de rescatar gente, la gente escondida... Había cosas que no sabía manejar bien y fui a ver a una psiquiatra y me ayudaba con explicaciones, consejos. Me ayudó muchísimo”, señaló.
Asimismo, explicó que esa consulta lo ayudó a “clarificar ciertas cosas” y abordar ciertos “miedos” que le surgían, por ejemplo, al llevar escondidos en su auto a personas buscadas por la dictadura y tener que pasar varios controles militares.
“Yo creo que todo sacerdote debe saber algo de la psicología humana. A veces algunos lo saben por sabiduría natural, porque son sabios, pero estudiar psicología hoy día es necesario para la actividad pastoral”, dijo.
Sostuvo además que las neurosis “son compañeras de toda la vida”. “Una vez leí un libro con el que me reía a carcajadas: ‘Alégrese de ser neurótico’. Es decir, conviene saber dónde chillan los huesos espirituales. La neurosis es querer hacer todo rápido. No, frenate. Uno las va conociendo (a las neurosis)”, indicó.
Acerca de la ansiedad, afirmó que la tenía “bastante domada” y había logrado “no dejarla entrar”.
El cónclave de 2013
Durante la entrevista, Francisco contó algunos aspectos del cónclave de 2013 y aseguró que sintió “paz” en las rondas de votación que concluyeron con su elección como sumo pontífice.
Consultado sobre si tenía ansiedad o indicios de que podía ser elegido como sucesor de Benedicto XVI, Bergoglio expresó: “No, para nada. Una paz. La noche anterior no lo sabía porque el mecanismo del cónclave uno no sabe, hay varios que pueden ser”, respondió.
“Y la primera elección es muy dispersa. Así que dormí fenómeno. Yo salí elegido en la segunda (votación) de la tarde, y me di cuenta de que algo pasaba después de las dos primeras de la mañana en el almuerzo. Porque algunos venían a hablar conmigo, me preguntaban cosas. Pero dormí la siesta lo más bien. Rezaba el rosario tranquilo, una paz. Terminada la tercera votación de la tarde, donde ya era evidente que podía pasar, el que tenía al lado, que era el Cardenal Hummes, me dijo: ‘no te preocupes, el Espíritu Santo actúa así’. Y después, apenas salí, aplaudían y siguió el escrutinio”, contó.”
“Siguió el escrutinio y Hummes se me acercó, me besó y me dijo: ‘no te olvides de los pobres’. Y yo me quedé pensando ahí, pobres, pobres... ¡San Francisco! Y ahí me vino el nombre”, contó respecto a la elección del apelativo para su papado.
Interrogado sobre qué temas lo afligían, respondió: “El dolor ajeno. Los chicos que están muriendo de hambre y en países que podrían solucionar el problema. Los chicos soldados. A mí el problema de los niños me toca mucho. Y el problema de los ancianos, también. Los ancianos abandonados”.
Francisco refirió que, al dormir, no solía tener sueños pero, si los tenía, soñaba “cosas lindas” o “recuerdos”, y que dormía “como un tronco”, sin necesidad de tomar ninguna medicación.
“A eso de las 9 horas (de la noche) voy a la cama, leo hasta las 10, apago la luz a las 10 y a las 4 (de la mañana) estoy levantado. Me despierto solo. Tengo el despertador. Pero me despierto siempre tres minutos antes de que suene el despertador porque el cerebro tiene un reloj especial”, señaló.