
Esencial
El mensaje de El principito es claro y coincido. Una filosofía de vida que nos inspira en lo personal. El punto es que, cuando hablamos de negocios, necesitamos que lo esencial "sea visible" a los ojos y, si es rápido, mejor.
En tiempos de mercados ultracompetitivos, donde no hay fronteras claras, implica un desafío mayor. Mostrar la esencia, darle cuerpo y sustento argumental es claramente una necesidad comercial.
Vamos a los bifes. Según estudios bien documentados, las personas tardan aproximadamente siete segundos en formar una opinión de una marca, persona, emprendimiento, servicio o producto. Pero, atentos, hacen falta más de diez impresiones (vistas) para que ese mismo cliente reconozca el logotipo. Entonces, necesitamos que nos vean, que nos vean bien, y además que nos vean varias veces. ¿Es mucho, no?
La complejidad radica en que nadie está esperando nuestro mensaje. Pero supongamos que logramos captar la atención, que alguien se interesa por nosotros y se detiene a analizar lo que le decimos, ¿no sería mejor trabajar sobre lo que le mostramos o decimos?, ¿no estaría bueno que eso que le mostramos o decimos sea con recursos de calidad y, además, por si todo esto fuera poco, represente la realidad con la que se encontrará el cliente?
La respuesta es sí, sería mejor y estaría bueno que así sea. Y si aún no te convencí, un dato más, también en base a estudios. El 60% de los consumidores evita empresas o emprendimientos cuyas marcas son poco atractivas o adolescen de profesionalismo. Entonces, el reconocimiento y la percepción de valor son valores fundamentales en cualquier negocio que pretenda crecer o simplemente mantenerse vivo.
Te meto miedo porque es una emoción que moviliza. De a poco la gente va comprendiendo que el branding y la comunicación ya no son cuestiones adolescentes vinculadas a esteticismos estériles, gustos personales o a las que hay que dedicarles tiempos marginales. Por el contrario, se trata del presente y futuro de los negocios, por lo que debería estar en el centro de la planificación.
Lo esencial en los negocios es construir un capital intangible sólido, que aumente el valor percibido, pero no termina ahí. Además tenés que mostrarlo con claridad, gracia y atractivo visual. Porque las decisiones se sostienen a priori en cuestiones emocionales. Y cuando las personas te reconocen y confían en tu marca, es más probable que te compren y que te recomienden.
Ser consistente, memorable y distintivo. De eso se trata, porque lo esencial debe ser visible a los ojos.