
La moto en la cual circulaba Mazzaroni.
La tragedia vial que reaviva el debate por la presencia de animales en rutas
Un nuevo accidente fatal ocurrido este sábado sobre la Ruta Nacional 188 volvió a poner sobre la mesa una problemática que, lejos de resolverse, parece repetirse con una gravedad creciente: la circulación de animales sueltos en rutas de la Región.
Esta vez, la víctima fue María Sol Mazzaroni, de 24 años, una joven oriunda de Agustín Roca, quien perdió la vida en la madrugada de este 10 de mayo luego de impactar contra un caballo mientras regresaba a su casa tras finalizar su jornada laboral en una estación de servicio de Junín.
Cabe recordar que el siniestro se produjo alrededor de las 5.30 a poco más de mil metros del peaje, en dirección a Roca. La joven se desplazaba en una moto Yamaha de 110 c.c. y fue allí que no logró evitar al equino que se cruzó de manera imprevista en la oscuridad.
El impacto fue tan violento que Mazzaroni falleció en el acto. En el lugar quedaron esparcidos restos del rodado, su casco y, a escasa distancia, su cuerpo sin vida. Rápidamente se hicieron presentes efectivos policiales, representantes de la fiscalía, personal de Policía Científica y trabajadores de la concesionaria vial, quienes comenzaron con las tareas investigativas.
La fiscal Pamela Ricci quedó a cargo de la causa, caratulada como "averiguación de causal de muerte", y explicó, en diálogo con Democracia, que la presencia de pelos compatibles con los de un equino en el manubrio, materia fecal hallada en cercanías del cuerpo y huellas con forma de pesuña en la colectora permitieron confirmar que el accidente fue provocado por un caballo.
El animal fue localizado poco después y quedó bajo custodia judicial. No obstante, la fiscal descartó que pueda imputarse penalmente al propietario, ya que el derecho penal no contempla responsabilidades cuando el hecho no proviene de una acción humana directa. Sin embargo, la familia podría iniciar un reclamo civil.
“Todo el pueblo está golpeado”
Desde la comunidad de Agustín Roca, la delegada Evelina Bustamante expresó el profundo dolor que atraviesa el pueblo tras la muerte de Mazzaroni.
“Era una chica nacida, criada y que elegía seguir en nuestro pueblo; así que está todo el pueblo muy golpeado por esto”, indicó.
Si bien aseguró que no había denuncias previas sobre la presencia de caballos en la zona, algunos vecinos comenzaron a contar después del hecho que “ya habían visto animales sueltos en los alrededores”. “Lamentablemente estos animales pasaron desapercibidos y el desenlace fue muy triste”, lamentó.
El caso no es aislado
En los últimos años, diversos accidentes en las Rutas Nacionales 7 y 188, así como en caminos rurales y accesos a Junín, involucraron a animales sueltos, muchos de ellos con consecuencias trágicas.
En agosto de 2020, un camionero oriundo de Puerto Madryn embistió a un caballo en la Ruta 7, a la altura de Chacabuco. El equino murió en el acto, mientras que el conductor resultó ileso. Según había relatado en aquel momento, el animal apareció de forma repentina sobre la calzada, sin dejar margen para maniobras evasivas.
En mayo de 2023, un colectivo de larga distancia que transportaba 15 pasajeros colisionó con un vacuno sobre la Ruta 188, cerca de Lincoln. Una mujer de 46 años resultó gravemente herida y fue trasladada al hospital municipal. El animal no tenía marca de propiedad y el dueño, de 80 años, fue posteriormente imputado por “lesiones”.
Ese mismo mes, dos incidentes más se registraron en Junín y Chacabuco. En la Ruta 7, una joven chocó con un caballo que había sido atropellado previamente por un camión, y en Circunvalación, un conductor perdió el control de su vehículo al esquivar a otro animal.
En agosto de 2022, otro automóvil impactó contra un caballo suelto en Avenida de Circunvalación, a la altura de calle 27 de Diciembre; mientras que en diciembre de 2020, un hombre y su hija de 8 años resultaron heridos tras chocar con un equino en el camino a la Laguna de Gómez, frente al predio de la Sociedad Rural.
Pero el hecho más trágico anterior al de Mazzaroni ocurrió en junio de 2017, cuando Antonio César Mugavero, un hombre de 70 años oriundo de Junín, murió al colisionar el auto en el que viajaba con varios caballos sueltos en la Ruta Nacional 7. Su hijo, quien conducía, sobrevivió con politraumatismos. Los animales, según se determinó, no llevaban marcas, lo que dificultó la identificación del responsable.
Estos casos, lejos de ser excepcionales, evidencian una falencia estructural en la prevención de siniestros viales por animales sueltos. El Código Civil y Comercial de la Nación establece que los dueños o guardadores son responsables por los daños que provoquen sus animales. Sin embargo, en la práctica, muchas veces no se logra identificar a los propietarios. A su vez, las concesionarias viales tienen la obligación de tomar medidas preventivas y de emergencia, algo que no siempre se cumple. El resultado de esta cadena de omisiones se mide en vidas perdidas, heridos y familias destrozadas.
Mientras el dolor persiste en Agustín Roca por la pérdida de María Sol Mazzaroni, crece el reclamo social por respuestas concretas.
La reiteración de estos episodios deja en claro que la presencia de animales sueltos en las rutas no es un hecho fortuito, sino un riesgo permanente que exige un abordaje urgente y coordinado entre autoridades judiciales, policiales, municipales y provinciales. Porque cada accidente que se repite es también un nuevo fracaso del sistema de prevención. Y cada muerte, una advertencia que no puede seguir siendo ignorada.