
Nacho
Cuando las columnas tienen fundamento y se sostienen en situaciones cotidianas, fluyen con soltura. Fue así que en la peluquería de Nacho escuché la palabra mágica varias veces y surgió este tema. Una herramienta que todos tenemos que tener a mano y usarla activamente. Por ese motivo le dedico a él estas palabras, porque celebro que la haya mencionado.
Una y otra vez, en cada retoque, en su dedicación a algo que no amerita tanto esfuerzo (mi corte de pelo) porque es poco lo que se puede hacer. En su charla espontánea, y en mi memoria, registré y recuerdo 5 citas a la madre de todos los negocios: la estrategia.
Una herramienta que muchas veces se vincula y limita a las grandes empresas o marcas, cuando en realidad es mucho más necesaria en estos negocios. Situaciones en las que los recursos son escasos, el mercado se completa de competidores y habitan clientes golondrinas, como yo, que picotean de un lado para otro sin un motivo racional, solo por costumbre, inercia o porque pasaba por la puerta y me quedó más cómodo.
En mi caso, durante algún tiempo fui a lo de mi amigo Polo, luego a lo de Lucas y finalmente a lo de Guido. Todos tienen su público, precio, dinámica, tiempos, formas y estilos. Son peluquerías que segmentan a su clientela. Algunos por acción y otros por inacción o movimientos naturales e inconscientes. Actos, decisiones que acercan o alejan una tipología de clientes. Por suerte, luego de cada cambio, todos me siguen recibiendo bien, sin rencores.
En este caso puntual, Nacho se aleja de la puja del posicionamiento por ubicación estratégica. Lo suyo no pasa por ahí, deja de lado el centro de la ciudad y, por consecuencia, la chance de captar a las chicas coquetas o el hombre ocupado. Se corre también de la posibilidad de ir por los estudiantes, por lo tanto tampoco está cerca de la facultad. Su local está en zona de repuestos y ferreterías, una arteria de mucha circulación y poca visibilidad. Conclusión, si vas a lo de Nacho es porque alguien te lo recomendó y tomaste la decisión con anterioridad.
Su estrategia entonces es la experiencia y la sugerencia de los clientes. Ambiente familiar, un caramelo, masaje capilar y otros detalles que desconozco.
El punto es que la palabra está en su lenguaje, la piensa y la pone sobre la mesa. Solo eso me pone feliz, porque se trata de una postura activa que, acertada o no, postula una actitud sobre el mercado, la definición de un camino y, en consecuencia, el descarte de otros. Estrategia es entonces siempre un buen re-corte, como los de Nacho.