
Jorge Pablo Gauna: “El Gurí”
Me pusieron "Gurí" por el tamaño. Yo soy el Gurí grande y mi hermano el Gurí chico.
Nací en el barrio Belgrano, a dos cuadras del club San Martín. Fui a la Escuela 16 con Hernán Sospicio, Martín Farías, Javier Zambutto, Marcelo Marisi, Tayaldi. Éramos todos del club San Martín.
El club de ese tiempo nos ha dado un motón de deportes. Primero que no existía como es ahora y saltábamos el portón para hacer partidos de fútbol, andar en patines, se practicaba handball. En fin, lo que nos dejaran hacer. Pero todo muy sano y era estar adentro del club toda la tarde.
A los ocho años empecé a jugar al básquetbol en San Martín. Estaba de técnico Fortunato Costa y Jorge Viaño.
"Nato" Costa era un tipazo. Un hombre que, a pesar de que para estar con los chicos era de edad avanzada, se hacía querer. Todos andábamos detrás de "Nato".
San Martín, hasta lo que era Juveniles, tenía muy buenos planteles y salía campeón a menudo.
Ya nombré a los de mi división y en un escalón más alto estaban Carlos González, Fabio Forte, Parapuño, Sospicio, Guaragna.
Los más chicos jugábamos siempre en dos categorías. Además siempre había dos o tres chicos en las selecciones de Junín, en Mini, Premini, Infantiles. Yo las integré a todas, menos la de Mayores. No pude salir campeón con la selección, siempre nos ganaba Bahía. Con el tiempo se empezó a revertir esta situación; por suerte para Junín, que logró varios títulos.
En Primera debuté a los catorce años. Me promovió el "Polo" Cárdenas. La situación de San Martín en Primera no era la de hoy. Perduraban los jugadores de muchos años; en los otros clubes venía la renovación más rápido.
Por ejemplo, cuando yo debuté contra Sarmiento, en el Verde jugaban Lorio, Ibarra, Bárriga, tenían un equipazo porque todos jugaban en la selección.
Entonces "Polo" Cárdenas sacó un montón de jugadores grandes del plantel y sumó un par de los que venían de abajo.
Yo jugaba en Infantiles, que era el preliminar, y un día junto con Bernardo Ochoa y Javier Zambutto nos mandó al banco de Primera. Y terminamos jugando. Sin embargo con la Primera no pude salir campeón.
En ese momento los otros equipos estaban mucho mejor que San Martín; andábamos por la mitad de la tabla. Nosotros aguantábamos hasta la mitad del partido y luego se sobreponía la experiencia de los otros planteles.
Pero fue una linda experiencia, porque jugábamos un montón. Y nosotros lo que queríamos era jugar.
Yo siempre jugué con la cancha abierta de San Martín. Después por el ´87 me fui con Ariel Buffalino a jugar un par de años a Rufino, donde estaba Daniel Jaule como técnico.
Cuando volví, tuve un paso breve por San Martín y pasé al club Junín en el famoso equipo 88-89 que ganó los títulos de Primera de la AJB. Volví a San Martín, pasé por Argentino, luego jugué con mi hermano en 9 de Julio y terminé mi carrera con Argentino, donde fuimos campeones antes de que ingresara a la etapa regional que derivó en todos los ascensos.
La diferencia del básquet de esa época a hoy es abismal. Se juega un básquet muy atlético. Nosotros teníamos un básquet más pensante.
Hoy lo veo a San Martín que saca veinte puntos de ventaja y cuatro minutos después está tres puntos abajo. Antes era impensado. Sacábamos una diferencia de veinte y sacábamos cuarenta o no nos alcanzaban más. Se jugaba de otra forma.
Hoy es un básquet más explosivo, vuelan en la cancha. Antes éramos un poco más lucidos, más lentos. Cada uno en su tiempo ha marcado una tendencia diferente.